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Cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿acaso no es malo?
Asimismo, cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿acaso no es malo?
Preséntalo, pues, a tu príncipe;
¿acaso le serás grato o te acogerá benévolo?,
dice Jehová de los ejércitos.»
Ahora, pues, orad por el favor de Dios,
para que tenga piedad de nosotros.
Pero, «¿cómo podéis agradarle,
si hacéis estas cosas?,
dice Jehová de los ejércitos.
10 ¿Quién hay entre vosotros que de balde cierre las puertas o alumbre mi altar?
Yo no me complazco en vosotros,
dice Jehová de los ejércitos,
ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.

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